Eternidad.

He viajado lejos y ahora, desde donde miro,
veo las estrellas de otro color y no es luz lo que veo, es belleza.

Sentado sobre la húmeda hierba, estoy cómodo,
y siento con mis manos el suave tacto,

Me agarro con firmeza y dejo caer mi cuerpo por completo,
se vuelve oscuro y el silencio eterno.

El césped toca mi nuca y me dejo rozar,
cierro los ojos con fuerza, mucha fuerza... y lo primero que siento es miedo.

¿Dónde están las voces que susurran?, si no quedan palabras que escuchar,
todo el silencio me hace recordar.

El miedo ya se fue, ahora permanece la calma, la paz,
la melodía ha roto mi corazón y es entonces cuando comienzo a llorar.

Llorar mirando todo aquello que dejé atrás,
mirando como las estrellas se burlan y ríen de mi en la distancia.

Allí están, mirando... y cada vez que levanto la cabeza, siguen ahí...
Quizás estén diciendo que siga, que la esperanza, es eterna...

Y por más que ellas mueran, llegarán otras que las sucedan,
y por más que ellas mueran, llegarán otras que las sucedan.