15 de octubre de 2012
¿Cómo podría desear morir disfrutando de este momento?,
¿cómo podría decidir quedarme sin ti?,
si a cada frase que despego sabes justo lo que decir
para hacerme sentir como el día que nací...
Vivo, tan vivo que cualquier atisbo de fiebre que abarcó mi cuerpo algún día,
se desvanece sin dejar rastro...
Y sin vergüenza saludamos al miedo,
aquí lo tienes, como siempre saludando,
escondido tras las paredes y sin hacer ruido, dormido, pero...
Sssst... silencio, no le molesteis, si le despertais quizás,
esta noche no podáis dormir,
no hasta que se aleje de nuevo tras las paredes retumbantes como avispas.
Así que, callad, silencio y dormid...
el peso de las pestañas se hace notar,
y lanzando un beso sobre tu frente y para que me escuches bien alto y fuerte,
agarra con fuerza mi mano,
y ahora que me tienes preso de tu magnetismo,
ahora que estás captando toda mi atención...
ahora que si me tumbo puedo abrazarte...
ahora puedo dormir... y allí puedo soñarte...