21 de mayo de 2011
Ursa mayor.
Escribo esta carta para que un día alguien la lea y piense que realmente mis peticiones no eran exageradas, que lo realmente importante se encuentra en los detalles minúsculos que no sabemos apreciar.
Alguna persona me hizo recordar un paseo largo cálido, un paseo en una playa de arenas de plata y olas de sal.
He soñado tanto con viajar y encontrar de nuevo aquel lugar donde solo un hombre camina sin pensar en nada mas y con compañía más fácil andar.
Quizás tu sepas encontrar aquel universo paralelo donde las aguas mojaban tus pies y las huellas se borraban frente a mi, donde tu risa se oía mientras las miradas se cruzaban bajo la luna.
Quizás tu sepas encontrar aquel lugar.
¿Recuerdas? aquel camino empedrado, ¿las luces? tambaleaban en nuestras ropas como si un teatro de sombras cobrara vida y tu... solo tu sabías como hacerme soñar.
Caminamos para acabar tumbados.
Te dejaste caer, y mirando las estrellas, pudimos observar las ursas, andromeda, ara... un silencio encantador nos dejó inmóviles durante horas, no hacía falta nada más, absolutamente nada más.
Allí solo era necesario el ruido de las olas, el silbar de los grillos , y al movernos , callaban y volvían a silbar...
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