Buenas noches luna, voy a la cama.
Buenas noches estrellas, voy a la cama.
Buenas noches cielo oscuro, voy a la cama.
Buenas noches nubes, voy a la cama.
Buenos días mente, nos volvemos a encontrar, justo en la cama.
22 de marzo de 2013
13 de marzo de 2013
Se esfuma como el bao por la boca en la fría mañana. Se escapa entre la piel el sudor que dejó la noche anterior. Vueltas y vueltas buscando respuestas a una pregunta y no llegan. Vueltas y más vueltas para un zorro al que nunca dijeron la hora de vuelta y entonces, empieza a roerse la pierna por el rugir de sus tripas, y empieza a confundir el día y la noche por sus ganas de que aparezca alguna solución para salir de ese circulo, y no descansa, y sólo piensa.
Esta vez no quiero que se seque el sudor, quiero que se quede... lo necesito, es lo único que me mantiene caliente por ahora, es lo único que me da esperanza ante el largo silencio de mis sentidos frente a la pesadilla de las voces de mi mente, aunque si bien es cierto, el aire de la mañana hace que se enfríe hasta que llego de nuevo a casa y el sudor comienza a brotar... y las noticias para aquel zorro ya son otras, han cambiado...
Horas que parecen años, minutos que parecen meses y en un segundo un bloque frío enorme de hielo quiebra el cuerpo en dos y comienzo a temblar... una alteración terrible de la mente, un constante mirar de noticias, una búsqueda incesante de palabras que me animen, una búsqueda agotadora de respuestas que sólo llegarán ante la espera.
Pobre zorro, aguanta, pobre, no te lo esperabas, aun así... aguanta.
Esta vez no quiero que se seque el sudor, quiero que se quede... lo necesito, es lo único que me mantiene caliente por ahora, es lo único que me da esperanza ante el largo silencio de mis sentidos frente a la pesadilla de las voces de mi mente, aunque si bien es cierto, el aire de la mañana hace que se enfríe hasta que llego de nuevo a casa y el sudor comienza a brotar... y las noticias para aquel zorro ya son otras, han cambiado...
Horas que parecen años, minutos que parecen meses y en un segundo un bloque frío enorme de hielo quiebra el cuerpo en dos y comienzo a temblar... una alteración terrible de la mente, un constante mirar de noticias, una búsqueda incesante de palabras que me animen, una búsqueda agotadora de respuestas que sólo llegarán ante la espera.
Pobre zorro, aguanta, pobre, no te lo esperabas, aun así... aguanta.
10 de marzo de 2013
Imágenes en mi mente, descontroladas que hablan y susurran vil mente tantas cosas que mi cabeza es incapaz de asimilar aún, será que nadie se preocupó de mostrarme el camino adecuado para saber a esas voces controlar. Tantas veces he caído en esa misma trampa... tantas veces que hasta he pensado que jamás podría evitar que hablaran llegando a pensar que ya formaban parte de mí, de mis reacciones. Hoy se que no es así, hoy se que no son parte de mi, alguien vino y las inculcó perfectamente, pasaron desapercibidas incluso para mí y ahora me pregunto ¿será demasiado tarde?.
Surgen pensamientos que no me dejan descansar. Resulta imposible concentrarse en nada más mientras algún ente extraño, un miedo pasajero y pretérito que pasa lentamente y en su proceso se dedica a destriparte la cabeza creando imágenes falsas y rebanarte el cerebro con situaciones alteradas sin importarle en absoluto cualquier tipo de reacción orgánica, un maldito ente extraño que ni yo mismo se de dónde viene, ni se qué hace ahí, ni cómo llegó, ya me gustaría saber incluso quién le invitó. Un ente extraño enfrentado a una realidad que a veces se entremezcla con la fantasía y viceversa. Cuesta diferenciar dónde se separa cada cosa. Maldito ente incontrolable, no tienes sentido alguno, no deberías existir, no deberías estar ahí.
Surgen pensamientos que no me dejan descansar. Resulta imposible concentrarse en nada más mientras algún ente extraño, un miedo pasajero y pretérito que pasa lentamente y en su proceso se dedica a destriparte la cabeza creando imágenes falsas y rebanarte el cerebro con situaciones alteradas sin importarle en absoluto cualquier tipo de reacción orgánica, un maldito ente extraño que ni yo mismo se de dónde viene, ni se qué hace ahí, ni cómo llegó, ya me gustaría saber incluso quién le invitó. Un ente extraño enfrentado a una realidad que a veces se entremezcla con la fantasía y viceversa. Cuesta diferenciar dónde se separa cada cosa. Maldito ente incontrolable, no tienes sentido alguno, no deberías existir, no deberías estar ahí.
5 de marzo de 2013
Calma y no
Los gritos han llegado casi armados por fusiles de asalto, irrumpen entre las gargantas y lanzan con fuerza palabras calientes bajo una mente fría y poco pensativa. Terminada ya toda paciencia y se da paso a la incoherencia, palabras y pensamientos que no llegan a ningún punto. Pensad, ¿De qué sirvió tanta furia?, ¿No necesitamos más que el poder, el amor?.. ya nadie atiende a este tipo de sentimientos, ya nadie escucha lo necesario...
Los ríos callan y las nubes se funden en un calor insoportable sobre el sol. Sol que desaparece con la misma intensidad que una explosión sobre nuestros oídos. Ni la naturaleza humana ni nadie atiende a la paz y a la calma, y mientras nos quedamos aquí de brazos cruzados y nos quemamos entre fuerzas sociales y presiones innecesarias, nuevos problemas se crean en los organismos vivos próximos, ya cuando nadie sabía que hace más bien poco en nuestra historia, no existían esta clase de palabras nuevas, esta clase de sentimientos inutiles.
Nada que no fuera importante en el ayer, creo sinceramente que no es importante para hoy.
Querido silencio, cuanto anhelo esa relajación y a vosotras, caras pasivas... cuanto anhelo volver a veros reír y no sentir que tras un sueño todo acaba. Huir quizás sea la única esperanza, pero... gracias a algo, tiempo, espacio, casualidad, causalidad, recibo una fuerza especial, que me ayuda a sobrevivir a toda esta catarsis.
Escribo con esperanza de que estos momentos de zozobra maternal y material bajo mi techo, aquel techo que me vio nacer, apacigüe su batalla, relaje sus cañones y respire tranquilo de una maldita vez...
No existe noche en mis nuevos días que no cierre los ojos pensando que mañana al despertar, todo retomará la génesis de su rumbo, no existe noche en mis nuevos días que no sueñe con escapar.
Los ríos callan y las nubes se funden en un calor insoportable sobre el sol. Sol que desaparece con la misma intensidad que una explosión sobre nuestros oídos. Ni la naturaleza humana ni nadie atiende a la paz y a la calma, y mientras nos quedamos aquí de brazos cruzados y nos quemamos entre fuerzas sociales y presiones innecesarias, nuevos problemas se crean en los organismos vivos próximos, ya cuando nadie sabía que hace más bien poco en nuestra historia, no existían esta clase de palabras nuevas, esta clase de sentimientos inutiles.
Nada que no fuera importante en el ayer, creo sinceramente que no es importante para hoy.
Querido silencio, cuanto anhelo esa relajación y a vosotras, caras pasivas... cuanto anhelo volver a veros reír y no sentir que tras un sueño todo acaba. Huir quizás sea la única esperanza, pero... gracias a algo, tiempo, espacio, casualidad, causalidad, recibo una fuerza especial, que me ayuda a sobrevivir a toda esta catarsis.
Escribo con esperanza de que estos momentos de zozobra maternal y material bajo mi techo, aquel techo que me vio nacer, apacigüe su batalla, relaje sus cañones y respire tranquilo de una maldita vez...
No existe noche en mis nuevos días que no cierre los ojos pensando que mañana al despertar, todo retomará la génesis de su rumbo, no existe noche en mis nuevos días que no sueñe con escapar.
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