12 de marzo de 2012

Por muy lejos que esté.

El cielo está lleno de estrellas, pero mis ojos solo se fijaron en ella...
Todas las noches, al acostarme, salgo a la terraza a mirarla,
y en silencio, desde la distancia me guiña un ojo,
me susurra que nunca se irá, que siempre me tendrá,
siempre se evocará para darme paz, y mientras esté lejos,
me dirá que esté tranquilo y que no debo preocuparme.

Un día bajará y todo será igual de intenso, igual que cuando se marchó para crecer...
Sigue allí, mirando, y con la tenue luz sigue abrazándome aún sin vernos ni percibirnos,
nos seguimos por los demás sentidos... y cuando vuelve el frío, vuelven tus recuerdos y tu calor...
No nos hicieron falta ni manos, ni brazos, ni piel... los cuerpos estorban.
Cómplice de compartir los mismos deseos y placeres del momento,
cómplice de saber que nos amamos y nos queremos, teniendo ese sentimiento tan intenso.

Se que por muy lejos que ella esté...
nos miramos, nos queremos y nos sentimos nuestros,
por muy lejos que esté, se que volverá...
y que desde donde mire, estaremos conectados justo en el mismo punto del universo...

"No quiero parar, no quiero parar, mi estrella es mi estrella... no hay ninguna tan bella ninguna que cerca de ella se atreva a brillar..."

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