Lo que fuiste en un pasado no me importó tanto después de las caricias, después de los besos y las brisas junto al mar. Pasado un tiempo, y aunque a veces me doliera insoportablemente y me volviera loco, no perdiste la esperanza, me seguías guiando, atendiendo, abrazando y secando mis lágrimas sin dudar.
Me costó aceptar, me costó entender, me costó controlar todas aquellas emociones que surgían cada noche al cerrar los ojos. La locomotora neuronal empezaba a lanzar señales eléctricas a mi cerebro formando situaciones, a veces, sin sentido alguno. De nuevo no podía dormir, una preocupación constante basada en pura fantasía, dulce y bendita fantasía, me mantenía bajo una alerta falsa. Me mantenía enredado entre las sábanas.
Aprendía a controlarme a base de caer en mis propias pesadillas. Al despertar nos quedábamos hablando hasta las siguientes lunas y poco a poco me enseñaste que lo importante contaba a partir de aquel momento. Todo nacía de cero y lo aceptamos tan orgullosos y sin miedos. Firmamos sin pensarlo dos veces el contrato que nos haría tan libres como juntos queramos estar.
Se empezó a construir un castillo de arena que se volvió de piedra. Un gran castillo de dura piedra, mucho más fuerte que cualquier otro. Mucho más intenso y amplio que el propio espacio, mucho más eterno que el propio tiempo. Desafiamos todas las normas, todas las leyes y fuimos nuestros propios reyes y reinas, cortesanos y cortesanas, aldeanos y aldeanas de un pueblo habitado por nuestras diferentes almas, esperanzas y deseos más intensos, carnales y espirituales.
Hoy, sin embargo algo nubla las vistas. Hoy tu eres mi proyección del mañana. Hoy surgen de nuevo aquellos temores de niño, de joven, de adulto, de los inicios. Mientras el castillo se derrumba intentamos repararlo con maderas que pesan demasiado para nosotros. No perdemos la esperanza y volvemos a levantar tabiques, volvemos a hablar y ahora va todo más rápido, es todo menos profundo y parecemos más cansados.
Hoy aún sigues regalándome amaneceres azules, atardeceres rojizos y noches estrelladas pero pasan ahora tan fugaces esos momentos y no nos detenemos para observarlos juntos, ya no. Ahora una niebla espesa cubre las torres de aquel castillo, nuestro castillo, y no me deja ver, supongo que hasta el siguiente azulado amanecer. Hoy tu eres mi desconcertante futuro que no quiero perder.
28 de octubre de 2013
13 de octubre de 2013
Cárcel sin salida 24 horas al día.
Supresión del control de la realidad y bloqueo de la libertad única y personal que se supone que nos caracteriza. Falta de creatividad debido a la dependencia de lo que te dicen o explican contrastado con lo que estás viviendo o haciendo.
Freno constante en seguir tus ideas propias y únicas por fallar en un mundo ya construido y clasificado, cualificado, enumerado, ordenado... donde obligan a uno a reconducirse de manera brusca si es que algo de lo que le hacía puro no gustó a unos cuantos.
Empujados a la dependencia social gracias a nuestra naturaleza animal y a nuestros pensamientos construidos y extendidos de familia en familia, generación tras generación bajo eternos muros sin final y con la seguridad de que los nuestros son perfectos e incuestionables frente a los demás.
¿Qué es real? ¿la explicación racional de las cosas y sus usos o lo que para mi significan esas cosas y el cómo yo las use? ¿Mi mundo o tu mundo?
No hay medicina capaz de curar una enfermedad tan extendida y que nos de la paz suficiente para ser nosotros mismos sin que a nadie más le importe o le moleste.
Venimos de un mundo de conquistas y de jerarquías, de escaleras. Un mundo donde la meta es siempre acaparar cada vez más hasta reventar y cuantos más estén a tu favor mejor. Imponte, hazte ver, hazte saber y que tu verdad sea la única verdad, haz ver al otro que está loco y humillalo. Así todo funciona en este complejo engranaje.
Es normal que estemos todos absolutamente jodidos. Así es nuestra educación más próxima y así nos lo hacen ver cada vez con más fuerza en una receta cocinada a fuego lento en "nuestra" vida.
No hay calma en esta cárcel vigilada las 24 horas del día. Solo entre muros, cuando nadie mire, intenta volar y prueba hasta donde puedas llegar.
6 de junio de 2013
Demonios
La noche se vuelve eterna, tan eterna que creo estar ciego. Solo veo el piloto de la televisión encendido y me indica que aún existe el mundo ahí fuera... Hace poco dejó de sonar la voz que representa la paz tras el teléfono, hace poco que intento dormir.
Parece haber pasado una vida entera pero el reloj solo pasa 1 hora y 44 minutos de la media noche... Atrás dejé su voz y delante los demonios de mi mente se relamen con fuerza. Desde aquí suenan sus cuchillas bajo la cama... Esta noche soy su único plato y además el favorito. Huelo sus jugos gástricos fluir por entre sus gargantas abiertas y sedientas y caer al suelo.
Me arrastran hacia su oscura cueva rodeada de sábanas y almohadas. Me chillan y tambalean; estirones y lenguetazos por toda mi mente. Gritan tan fuerte y lanzan mensajes tan alto que llegan a mis parpados y me obligan a mantenerlos abiertos. Me indican que hoy será una larga velada y los únicos que disfrutarán serán ellos y nadie más.
Los demonios de la noche se pasean y me muestran como se la llevan entre gritos. Desaparece con lágrimas y pétalos de rosa mal cortados del rosal. Intento gritar pero solo extraigo un hilo de voz de mi garganta. Les suplico que me dejen verla. Solo me otorgan una breve voz que se apaga por momentos hasta que desaparece por completo... Odio a estos malditos demonios, no me dejan dormir, no me dejan vivir, no me dejan en paz. ¡DEJAD DE CHILLAR!
Hablan de mi. Me dicen quien soy y hacen que me duela. Parezco morir entre latidos arrítmicos que bombean la sangre podrida de mi corazón al cerebro. Me siento el cuerpo por dentro estremecer y es horrible. Noto como todo el sistema nervioso, carcomido y putrefacto, intenta reconstruir hechos y dar paz consiguiendo solo que se vuelva una masa gris y sin ninguna forma.
Cuántas habilidades mal llevadas a cabo, cuantos recuerdos borrados, cuánto potencial perdido entre músculos, cuántos años sin saber quien eras realmente... Mirarte ahora en el espejo. Tras él los demonios me animan a que siga despierto. Me chillan - Esta noche tu eres nuestro. Hacía tanto que te echábamos de menos.
22 de marzo de 2013
Buenas noches.
Buenas noches luna, voy a la cama.
Buenas noches estrellas, voy a la cama.
Buenas noches cielo oscuro, voy a la cama.
Buenas noches nubes, voy a la cama.
Buenos días mente, nos volvemos a encontrar, justo en la cama.
Buenas noches estrellas, voy a la cama.
Buenas noches cielo oscuro, voy a la cama.
Buenas noches nubes, voy a la cama.
Buenos días mente, nos volvemos a encontrar, justo en la cama.
13 de marzo de 2013
Se esfuma como el bao por la boca en la fría mañana. Se escapa entre la piel el sudor que dejó la noche anterior. Vueltas y vueltas buscando respuestas a una pregunta y no llegan. Vueltas y más vueltas para un zorro al que nunca dijeron la hora de vuelta y entonces, empieza a roerse la pierna por el rugir de sus tripas, y empieza a confundir el día y la noche por sus ganas de que aparezca alguna solución para salir de ese circulo, y no descansa, y sólo piensa.
Esta vez no quiero que se seque el sudor, quiero que se quede... lo necesito, es lo único que me mantiene caliente por ahora, es lo único que me da esperanza ante el largo silencio de mis sentidos frente a la pesadilla de las voces de mi mente, aunque si bien es cierto, el aire de la mañana hace que se enfríe hasta que llego de nuevo a casa y el sudor comienza a brotar... y las noticias para aquel zorro ya son otras, han cambiado...
Horas que parecen años, minutos que parecen meses y en un segundo un bloque frío enorme de hielo quiebra el cuerpo en dos y comienzo a temblar... una alteración terrible de la mente, un constante mirar de noticias, una búsqueda incesante de palabras que me animen, una búsqueda agotadora de respuestas que sólo llegarán ante la espera.
Pobre zorro, aguanta, pobre, no te lo esperabas, aun así... aguanta.
Esta vez no quiero que se seque el sudor, quiero que se quede... lo necesito, es lo único que me mantiene caliente por ahora, es lo único que me da esperanza ante el largo silencio de mis sentidos frente a la pesadilla de las voces de mi mente, aunque si bien es cierto, el aire de la mañana hace que se enfríe hasta que llego de nuevo a casa y el sudor comienza a brotar... y las noticias para aquel zorro ya son otras, han cambiado...
Horas que parecen años, minutos que parecen meses y en un segundo un bloque frío enorme de hielo quiebra el cuerpo en dos y comienzo a temblar... una alteración terrible de la mente, un constante mirar de noticias, una búsqueda incesante de palabras que me animen, una búsqueda agotadora de respuestas que sólo llegarán ante la espera.
Pobre zorro, aguanta, pobre, no te lo esperabas, aun así... aguanta.
10 de marzo de 2013
Imágenes en mi mente, descontroladas que hablan y susurran vil mente tantas cosas que mi cabeza es incapaz de asimilar aún, será que nadie se preocupó de mostrarme el camino adecuado para saber a esas voces controlar. Tantas veces he caído en esa misma trampa... tantas veces que hasta he pensado que jamás podría evitar que hablaran llegando a pensar que ya formaban parte de mí, de mis reacciones. Hoy se que no es así, hoy se que no son parte de mi, alguien vino y las inculcó perfectamente, pasaron desapercibidas incluso para mí y ahora me pregunto ¿será demasiado tarde?.
Surgen pensamientos que no me dejan descansar. Resulta imposible concentrarse en nada más mientras algún ente extraño, un miedo pasajero y pretérito que pasa lentamente y en su proceso se dedica a destriparte la cabeza creando imágenes falsas y rebanarte el cerebro con situaciones alteradas sin importarle en absoluto cualquier tipo de reacción orgánica, un maldito ente extraño que ni yo mismo se de dónde viene, ni se qué hace ahí, ni cómo llegó, ya me gustaría saber incluso quién le invitó. Un ente extraño enfrentado a una realidad que a veces se entremezcla con la fantasía y viceversa. Cuesta diferenciar dónde se separa cada cosa. Maldito ente incontrolable, no tienes sentido alguno, no deberías existir, no deberías estar ahí.
Surgen pensamientos que no me dejan descansar. Resulta imposible concentrarse en nada más mientras algún ente extraño, un miedo pasajero y pretérito que pasa lentamente y en su proceso se dedica a destriparte la cabeza creando imágenes falsas y rebanarte el cerebro con situaciones alteradas sin importarle en absoluto cualquier tipo de reacción orgánica, un maldito ente extraño que ni yo mismo se de dónde viene, ni se qué hace ahí, ni cómo llegó, ya me gustaría saber incluso quién le invitó. Un ente extraño enfrentado a una realidad que a veces se entremezcla con la fantasía y viceversa. Cuesta diferenciar dónde se separa cada cosa. Maldito ente incontrolable, no tienes sentido alguno, no deberías existir, no deberías estar ahí.
5 de marzo de 2013
Calma y no
Los gritos han llegado casi armados por fusiles de asalto, irrumpen entre las gargantas y lanzan con fuerza palabras calientes bajo una mente fría y poco pensativa. Terminada ya toda paciencia y se da paso a la incoherencia, palabras y pensamientos que no llegan a ningún punto. Pensad, ¿De qué sirvió tanta furia?, ¿No necesitamos más que el poder, el amor?.. ya nadie atiende a este tipo de sentimientos, ya nadie escucha lo necesario...
Los ríos callan y las nubes se funden en un calor insoportable sobre el sol. Sol que desaparece con la misma intensidad que una explosión sobre nuestros oídos. Ni la naturaleza humana ni nadie atiende a la paz y a la calma, y mientras nos quedamos aquí de brazos cruzados y nos quemamos entre fuerzas sociales y presiones innecesarias, nuevos problemas se crean en los organismos vivos próximos, ya cuando nadie sabía que hace más bien poco en nuestra historia, no existían esta clase de palabras nuevas, esta clase de sentimientos inutiles.
Nada que no fuera importante en el ayer, creo sinceramente que no es importante para hoy.
Querido silencio, cuanto anhelo esa relajación y a vosotras, caras pasivas... cuanto anhelo volver a veros reír y no sentir que tras un sueño todo acaba. Huir quizás sea la única esperanza, pero... gracias a algo, tiempo, espacio, casualidad, causalidad, recibo una fuerza especial, que me ayuda a sobrevivir a toda esta catarsis.
Escribo con esperanza de que estos momentos de zozobra maternal y material bajo mi techo, aquel techo que me vio nacer, apacigüe su batalla, relaje sus cañones y respire tranquilo de una maldita vez...
No existe noche en mis nuevos días que no cierre los ojos pensando que mañana al despertar, todo retomará la génesis de su rumbo, no existe noche en mis nuevos días que no sueñe con escapar.
Los ríos callan y las nubes se funden en un calor insoportable sobre el sol. Sol que desaparece con la misma intensidad que una explosión sobre nuestros oídos. Ni la naturaleza humana ni nadie atiende a la paz y a la calma, y mientras nos quedamos aquí de brazos cruzados y nos quemamos entre fuerzas sociales y presiones innecesarias, nuevos problemas se crean en los organismos vivos próximos, ya cuando nadie sabía que hace más bien poco en nuestra historia, no existían esta clase de palabras nuevas, esta clase de sentimientos inutiles.
Nada que no fuera importante en el ayer, creo sinceramente que no es importante para hoy.
Querido silencio, cuanto anhelo esa relajación y a vosotras, caras pasivas... cuanto anhelo volver a veros reír y no sentir que tras un sueño todo acaba. Huir quizás sea la única esperanza, pero... gracias a algo, tiempo, espacio, casualidad, causalidad, recibo una fuerza especial, que me ayuda a sobrevivir a toda esta catarsis.
Escribo con esperanza de que estos momentos de zozobra maternal y material bajo mi techo, aquel techo que me vio nacer, apacigüe su batalla, relaje sus cañones y respire tranquilo de una maldita vez...
No existe noche en mis nuevos días que no cierre los ojos pensando que mañana al despertar, todo retomará la génesis de su rumbo, no existe noche en mis nuevos días que no sueñe con escapar.
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